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Tags: Philosophy, Modernity, Lang:es
Summary
El narcisismo y exhibicionismo exacerbados por la
«sociedad virtual» del siglo XXI amenazan con la
desaparición del Eros. ¿Están en peligro de
extinción el misterio, la fantasía, el amor, el
erotismo, incluso la protesta política? La
proclamación neoliberal de la libertad se manifiesta en
realidad como un imperativo paradójico: sé libre.
Domina una economía de la supervivencia en la que cada uno
es su propio empresario. El neoliberalismo, con sus
desinhibidos impulsos narcisistas del yo y del rendimiento, es
el infierno de lo igual, una sociedad de la depresión y el
cansancio compuesta por sujetos aislados. Los muros y las
fronteras ya no excitan la fantasía, pues no engendran al
otro. Dado que el Eros se dirige a ese otro, el capitalismo
elimina la alteridad para someterlo todo al consumo, a la
exposición como mercancía, por lo que intensifica lo
pornográfico, pues no conoce ningún otro uso de la
sexualidad. Desaparece así la experiencia erótica. La
crisis actual del arte, y también de la literatura, puede
atribuirse a esta desaparición del otro, a la agonía
del Eros. Con toda seguridad no habrá una política
del amor. Sin embargo, las acciones políticas comunican
con el Eros, pues suponen el deseo común de otra forma de
vida. El amor interrumpe la perspectiva del uno y hace surgir
el mundo desde el punto de vista del otro, de la diferencia.
Así, el Eros constituye una fuente de energía para la
protesta política. Se manifiesta como aspiración
revolucionaria a una sociedad completamente diferente. Es
más, mantiene en pie la fidelidad a lo venidero.